sábado, 14 de junio de 2008

Queridos miembros y miembras



Queridos miembros y miembras, amigos y amigas de la que suscribe:

Estos días he reflexionado sobre lo rancios y rancias que somos en este diverso país. Durante esta semana el país se ha paralizado, ha ocurrido una hecatombe. Hemos dejado de respirar y nos hemos quedado sin aliento. Casi nos cortamos las venas y nos rajamos las vestiduras, que con el calor que va haciendo no estaría mal… Se ha cometido un atentado lingüístico irreparable para las generaciones posteriores. No nos ha importado que en el súper no haya leche ni yogur ni que España goleara a Suecia. Nuestra mente estaba ocupada por las palabras de la Ministra Bibiana Aido. Ella dijo “miembras” y un escalofrío general recorrió nuestra piel de toro y una hora después, también Las Canarias.
Todo tiene su lado positivo, durante estos días hemos aprendido mucho sobre la lengua. Ríos y ríos de tinta han corrido para explicarnos que el lenguaje no es sexista, que “miembras” es una palabra que no está aceptada por la santísima RAE, que lo genérico es el masculino por aquello de la economía del lenguaje. Gregorio Salvador, académico de la lengua, que no académica, ha sentenciado: "Eso sólo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo”. Si es que es una inculta, la pobre.
Digo yo que cuando mi profe (palabra sí recogida en el diccionario: apócope de profesor, -a)) de lengua me explicaba lo de la sincronía y diacronía del signo lingüístico, lo de la mutabilidad e inmutabilidad de la lengua era una estupidez. Antes de incluirse la palabra jueza o abogada en el diccionario ¿era incorrecto su uso? Menos mal, que otro Salvador en este caso Gutiérrez (catedrático de Lingüística General de la Universidad de León), pone un poco de sentido común al tema y nos dice: "La lengua es el organismo más democrático que existe en el mundo".
En el fondo de esta polémica subyace ese machismo reconcentrado de algunos miembros de esta sociedad que se resisten a que se haga visible la otra mitad miembra de la población, que también existe.
Creo que como la Melanie con su Antonio, me tatuaré "miembra" en mi antebrazo izquierdo.

1 comentario:

  1. jajajaja Te me has adelantado, queridísima miembra de éste espacio internáuta de todos y todas... porqué ya estaba a punto de ponerme las pilas, a lo mejor lo hago y refuerzo el tema. Jejejeje.

    Ja ja aja jajaja, si es que me parto.
    Será que la lengua, todas las lenguas, no son dúctiles, maleables, cambiables y gratamente prestas a evolucionar...

    Mientras se aceptan palabros cómo "moobing" en vez de la tan firme "acoso", que es la que viene al caso, y todo el mundo la usamos con una naturalidad indiscutible y además me parece muy bien, se nos ponen de lo mas histéricos con la palabra "miembra".

    Será porqué "aquello" que les deja desesados se llama miembro y no miembra, ya verías tu si el nombre semi-oficial de los atributos de salva sea sus partes reconcentradamente académicas, estuviese acabado en a, cómo cuando los nombramos vulgarmente...

    Piensa que en catalán todavía son más heavys (otro anglicismo, por cierto, aceptado por costumbre de uso)imaginate: "apreciats advocats i advocadesses", les cuesta la 'doble ss' y esa síl·laba 'es' final... y anda que cuando tienen que decir sastressa o jutgessa.. Por ejemplo, metgessa, se usa poco, prefieren, metge para todo o doctora, metgessa les jode, hablando en plata. Serà por su sonoridad tan rotunda? Ai, ai, ai, esas sssssss sordas. No lo entiendo, las ss sordas cuestan menos que las sonoras y simples 's' catalanas que son cómo un siseo tan dulce...

    Bueno, que me desvío del tema y me animo en exceso.

    Resumiendo: Yo, querida Violeta, siendo solidaria contigo y con la ministra, me tatuare también "miembra", pero lo haré en una teta, que quedará más impresionante. jajajaja.

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