¡Qué
harta estoy de este país de pandereta! Hoy las noticias me superan.
Nunca imaginé un presente tan gris y un futuro tan negro para todos. Y
lo que más me indigna es la resignación, el inmovilismo, este estado de
shock en el que está, estoy, la mayoría.
Para la Virgen de las
Angustias, medalla de oro en Granada; una pseudoperiodista que se
plantea si el alma se tramsmite a través de los transplantes, nos
intimidan pidiéndonos la documentación por ser presuntos manifestantes;
nuestros hijos e hijas tendrán, tienen que emigrar con un futuro
incierto a otros países con un contrato de mierda; damos gracias por
tener un trabajo, claro si lo tenemos; la educación será como siempre,
privilegio de los que más tienen. Ponerse enferma es un delito, pueden
despedirte o te quitan la mitad del sueldo. Un deshauciado se quita la
vida por no poder afrontar el pago de su hipoteca. Nos culpabilizan de
la caótica situación económica y dicen que hay que arrimar el hombro.
¡qué sinvergüenzas!
Las leyes están, como las mujeres, para violarlas. Sin comentarios. ¡Qué se jodan! ufff.
Necesitamos estar juntos, trabajar juntos, luchar juntos.
Mal día, mala noche.
Mañana, hoy, será otro día. Intentaré dormir. Y como en lo que "el
viento se llevó": Mañana será otro día. Seguro, no preocuparse, a veces
la realidad te supera, pero solo por un momento.